CASAS, PALACIOS Y OTROS EDIFICIOS Y CONSTRUCCIONES URBANAS
PALACIO DEL BARÓN DE LA LINDE (Siglo XVIII)Palacio barroco, de aspecto cúbico, rematado por el lucernario de la escalera, a modo de torre.
PALACIO DEL MARQUÉS DE ARNEVA
(Actual sede del Excmo. Ayuntamiento de Orihuela)
(Siglo XVIII)
Palacio barroco, con clara jerarquización de huecos, presenta escudo
heráldico en una de sus esquinas, y en uno de sus laterales conserva el
escudo del antiguo pósito. En su interior pueden contemplarse
interesantes obras pictóricas, así como la Enseña del Oriol y el libro
de los privilegios de Orihuela.
PALACIO DEL MARQUÉS DE RAFAL (1915-1920)
Edificio rectangular con fachadas a la Plaza de Santa Lucía, Doctor
Sarget y Plaza del Marqués de Rafal. La fachada principal, situada en
esta última, con dos puertas principales, balcones de forja con huecos
rematados en frontones. Escudos heráldicos en la esquina del edificio y
en las portadas.
PALACIO DEL PORTILLO
(En la actualidad sede social y principal de la Caja Rural Central)
(Siglo XVIII-XIX)
Palacio con clara jerarquización de huecos en su fachada principal, con portada desplazada a la derecha, escasamente ornamentado, únicamente destacar las molduras talladas en la sillería de la portada principal, los frontones curvos y partidos situados sobre los vanos de los balcones y la rejería de forja.
PALACIO DE LOS CONDES DE LA LUNA
(Actual Hotel Meliá Boutique Palacio de Tudemir)
(Siglo XVIII)
Palacio barroco. Destacan su portada y el vestíbulo y hueco de escaleras rematado en una cúpula.
PALACETE DE LOS MEJÍAS
(Actual sede de AQUAGEST)
PALACETE DE LOS SORZANO NÁJERA DE TEJADA
PALACIO DEL CONDE DE LA GRANJA
(Siglo XVIII)
Palacio barroco, con una clara jerarquización de huecos e interesante portada. Conserva en su planta noble colecciones de mobiliario, pintura relojes, etc…
PALACIO DE RUBALCAVA
(Actualmente cerrado al público por obras)
Se trata de un palacio construido a principios del siglo XX, imitando a
los palacios barrocos de la ciudad. Se conservan en su estado original
las dependencias más suntuosas: vestíbulo, escalera y salones de la
primera planta.
En ellas se pueden admirar, a parte del mobiliario, interesantes
colecciones de pintura, grabado, escultura, cerámica, vidrio, bordados,
etc., con una cronología entre los siglos XVII y XX. Destacan un
conjunto de bargueños, sillerías de variado estilo (Rococó, Imperio,
Reina Ana…), importantes obras pictóricas (Sagrada Familia de Pedro
Camacho, El Arca de Noé de la Escuela de Lorena, etc.), cerámicas de
Manises y Alcora de los siglos XVIII y XIX, etc…
CAJA DE AHORROS DE NTRA. SRA. DE MONSERRATE DE ORIHUELA
Este edificio fue a principios del siglo XX la sede del Círculo
Oriolano, pasando posteriormente a convertirse en las oficinas centrales
de la Caja de Ahorros y Socorros y Monte de Piedad de Nuestra Señora
de Monserrate.
Esta entidad financiera fue creada merced a una Real Orden el 12 de
mayo de 1906 y trasladó sus oficinas centrales, el 16 de mayo de 1909, a
estos locales de la entonces Plaza de la Pía, ahora restaurados.
En 1931, como reza la inscripción de la puerta principal, el edificio
fue totalmente remodelado para adaptarse mejor a su nueva función,
tanto en el exterior como en el interior. En el exterior destaca el
tratamiento de los huecos, con arcos adintelados de piedra caliza negra
en la planta baja y molduras en los huecos de la planta alta, donde
destaca un frontón curvo y partido con escudo central alusivo a la
Virgen de Monserrate (monte aserrado), así como la trabajada rejería, de
la cual podemos destacar la presencia de las iniciales CM (Caja de
Monserrate) y los grutescos del balcón principal de la primera planta.
HOSPITAL DE SAN JUAN DE DIOS
Actual museo arqueológico comarcal, está ubicado en parte de las
antiguas dependencias del Hospital San Juan de Dios (Hospital
Municipal), recientemente restauradas.
En 1748 la vieja fábrica del Hospital de San Juan de Dios fue demolida,
ya que amenazaba ruina, en 1750 se inició su reconstrucción, concluyendo
las obras en 1757.
Con posterioridad se han realizado múltiples restauraciones,
reconstrucciones, añadidos y demoliciones, pero con carácter parcial.
Destacan las restauraciones de la iglesia realizadas en 1898 y 1911.
De la obra del siglo XVIII que aún se conserva, destacan la iglesia, la “Sala de Hombres” y el claustro.
La iglesia es de un estilo barroco ya muy tardío y estandarizado, de
planta en cruz latina, con crucero que no sobresale al exterior. Nave
única, cubierta con bóveda de medio cañón, con capillas entre los
contrafuertes y cúpula en el crucero. La fachada, de sillería, está
escasamente ornamentada, únicamente hay que destacar las molduras
existentes en torno a la puerta y al amplio ventanal que ilumina al
coro, el escudo situado en la clave del arco adintelado de la puerta, y
la pequeña hornacina, rematada en forma de venera, situada sobre él.
La “Sala de Hombres” es una amplia estancia rectangular, cubierta por
una bóveda de cañón aligerada por lunetos, consta de ocho tramos,
separados por arcos fajones. En el centro de la nave se situaba una gran
hornacina, actualmente convertida en puerta de comunicación con la
Iglesia.
El claustro, fuera ya del recinto del museo, es obra de mampostería y
ladrillo, de estilo sobrio y funcional, sin a penas concesiones a la
ornamentación, está acristalado en sus dos plantas.
EL
HOSPITAL DE SAN JUAN DE DIOS
(Artículo para la Revista Portada de Emilio Diz Ardid, Arqueólogo Municipal)
Al erigirse la Iglesia Arciprestal de El
Salvador en Catedral se construyó el Palacio Episcopal en el solar del antiguo
Hospital del Corpus Christi u Hospital General. El hospital, se trasladó a la
parroquia de Santiago y a partir de 1624 pasó a denominarse Hospital de San
Juan de Dios, al ser regentado por esta orden religiosa. A lo largo de los
siglos XIX y XX pasó a depender de la administración provincial y local, siendo
regentado por las Hermanas de la Caridad y las Carmelitas.
En 1748 la vieja fábrica del Hospital
de San Juan de Dios fue demolida, ya que amenazaba ruina, en 1750 se inició su
reconstrucción, concluyendo las obras en 1757. Este edificio a lo largo de su
historia ha sido objeto de múltiples restauraciones, reconstrucciones, añadidos
y demoliciones, pero generalmente de carácter parcial. Destacan las actuaciones
en la iglesia de 1898 y 1911. Más importantes
han sido las últimas restauraciones: la restauración de 1996-1997 de la
iglesia y la Sala de Hombres para su adecuación como Museo Arqueológico y sala
de exposiciones temporales; y la restauración, recién concluida, del resto del
edificio para su reconversión en biblioteca pública.
Estas últimas intervenciones han sido
respetuosas con el edificio, suprimiendo añadidos y eliminando tabiquerías, lo
que nos permite apreciarlo en toda su sencillez estructural y volumétrica, a la
vez que lo han adaptado a sus nuevas funciones.
Ahora podemos apreciar y usar los
principales espacios de este emblemático edificio:
La portada principal del edificio, que destaca por la presencia sobre el dintel de los emblemas heráldicos de la ciudad y la orden de San Juan de Dios: el pájaro oriol y la granada con la cruz, este último motivo se repite también en las bocallaves.
La iglesia, que es de estilo barroco ya muy tardío y estandarizado, de planta en cruz latina, con crucero que no sobresale al exterior. Su fachada de sillería está escasamente ornamentada, únicamente hay que destacar las molduras de la portada y del amplio ventanal que ilumina al coro, el escudo de la Orden de San Juan de Dios situado en la clave del arco adintelado de la portada, y la pequeña hornacina, rematada en forma de venera, situada sobre ella.
La "Sala de Hombres”, amplia estancia rectangular, cubierta por una bóveda de cañón aligerada por lunetos, consta de ocho tramos, separados por arcos fajones.
El claustro, es obra de mampostería y ladrillo, de estilo sobrio y funcional, sin apenas concesiones a la ornamentación, acristalado en su planta superior.
La actual sala de investigadores, también cubierta con bóveda de medio cañón, quizás pudo ser el antiguo refectorio.
La portada principal del edificio, que destaca por la presencia sobre el dintel de los emblemas heráldicos de la ciudad y la orden de San Juan de Dios: el pájaro oriol y la granada con la cruz, este último motivo se repite también en las bocallaves.
La iglesia, que es de estilo barroco ya muy tardío y estandarizado, de planta en cruz latina, con crucero que no sobresale al exterior. Su fachada de sillería está escasamente ornamentada, únicamente hay que destacar las molduras de la portada y del amplio ventanal que ilumina al coro, el escudo de la Orden de San Juan de Dios situado en la clave del arco adintelado de la portada, y la pequeña hornacina, rematada en forma de venera, situada sobre ella.
La "Sala de Hombres”, amplia estancia rectangular, cubierta por una bóveda de cañón aligerada por lunetos, consta de ocho tramos, separados por arcos fajones.
El claustro, es obra de mampostería y ladrillo, de estilo sobrio y funcional, sin apenas concesiones a la ornamentación, acristalado en su planta superior.
La actual sala de investigadores, también cubierta con bóveda de medio cañón, quizás pudo ser el antiguo refectorio.
No podemos más que
congratularnos todos de poder por fin disfrutar de este edificio en su
integridad, con toda una serie de equipamientos culturales de gran importancia
para la ciudad, cuando hace tan sólo 25 años parecía que, tarde o temprano, iba
a ser víctima de la piqueta.
CASINO ORCELITANO
1.887
Edificio estructurado en torno a un pequeño patio central cubierto,
decorado con azulejería valenciana. Fachada de sillería y ladrillo en la
que destaca la escalera de mármol y la marquesina de hierro y cristal
de la puerta principal. En su interior hay que destacar las vidrieras y
obras de J. Agrasot y de Valdivieso.
EL SANTO SEPULCRO
(Artículo de Emilio DIZ ARDID, Arqueólogo Municipal)
Este singular edificio dependía
en su origen de la Venerable Orden Tercera franciscana. Al parecer se construyó
en torno a 1666 y así figura como una de las propiedades de la V.O.T. durante
el último tercio del siglo XVII.
El primer templo apenas duró unos
60 años, pues existen noticias documentales de su reedificación en el primer
tercio del siglo XVIII. Su ornamentación se completó con la construcción de
varios retablos, entre los que destacaba el del Altar Mayor, en el cual se
abría un camarín con la imagen del Cristo Yacente.
La Iglesia es una obra barroca ya
estandarizada, semejante a otras de nuestro término municipal. Su planta es en
cruz latina sin capillas ni contrafuertes en la nave, estos últimos quizás
eliminados al adosarse al templo distintas dependencias. La cubierta es de
bóveda de medio cañón con lunetos en la nave, y cúpula en el crucero,
recubiertas ambas al exterior con tejas árabes. Destacan en la cabecera el
camarín mencionado anteriormente, de planta hexagonal, y una sacristía de
planta pentagonal.
La fachada es de líneas
sencillas, con escalinata de acceso,
portada con el escudo de la V.O.T. sobre el dintel, óculo para la iluminación
del coro y una pequeña espadaña.
La ubicación del Santo Sepulcro
en un alto, posibilitó su singular uso litúrgico como “Calvario”, con un “Vía
Crucis” que partía de las inmediaciones del Convento de Santa Ana y constaba de
14 altares que, según nos relata Ernesto Gisbert Ballesteros, fueron demolidos
y reconstruidos en 1762, y posteriormente rehechos y restaurados a lo largo de
los siglos XIX y XX.
La iglesia fue vendida por la
V.O.T. a la comparsa de Moros y Cristianos Caballeros del Rey Fernando, que la
cedió al Ayuntamiento en 2008, ese mismo año el Servicio Arqueológico Municipal
procedió a la realización de una detallada planimetría, gracias al Convenio de
Prácticas de Empresa suscrito con el I.E.S. El Palmeral.
En 2009 se iniciaron las obras de restauración, cuando el
edificio se encontraba ya al borde del colapso arquitectónico. Las obras fueron
financiadas por el Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL), y concluyeron en
octubre de 2010.
El proyecto de restauración se debe al arquitecto Antonio
Galiano Garrigós. Es de destacar la utilización de tensores a la altura de los
capiteles para dar estabilidad a la bóveda y la reconstrucción de ésta mediante
un encofrado de cemento visto, que permite distinguir claramente las zonas
originales de las repuestas.
El edificio está acondicionado
para la realización de todo tipo de actos, como conferencias, conciertos y
exposiciones, siendo un centro de dinamización cultural del barrio. Entre las
exposiciones realizadas podemos destacar: “Muestra colectiva de Pintura”,
noviembre de 2011; Antoni Miró “Antonio Gades Viento del Pueblo”, marzo de
2012; Murales de San Isidro, noviembre de 2012,
“Los Valencianos y la Constitución de 1812”, enero de 2013; Fabiola
Andreu “Entre el cielo y el fuego”, etc.
EDIFICIO DE LA LONJA
1.926
Gran edificio exento, de planta rectangular construido según planos del
oriolano Severiano Sánchez Ballesta. Consta de tres naves, la central de
mayor altura y ligeramente más ancha. Estructura a base de columnas y
vigas principales de hierro. La fachada principal y la posterior están
rematadas en frontones con paneles de azulejos en los que figura el
escudo de Orihuela flanqueado por cuernos de la abundancia.
En la actualidad está restaurada y rehabilitada como Conservatorio de Música profesional, Auditorio Pedro Terol.
TEATRO CIRCO
(fines del siglo XIX-principios del XX)
En su origen fue una construcción de las llamadas “semipermanentes”
dedicada en principio a espectáculos circenses, acrobáticos, boxeo, etc.
Estuvo instalado en Alicante hasta 1907 en que fue trasladado a
Orihuela.
Arquitectónicamente se caracteriza por muros de carga perimetrales y
columnas en el patio de butacas que sostienen una cúpula metálica y de
teja alicantina. Ha sido rehabilitado y desde 1.995 se nos ofrece como
un edificio estable de usos múltiples (teatro, auditorio o sala de
conciertos, cine y como salón de actos públicos).
TEMPLETE DE LA MÚSICA
Templete de Música, obra de Severiano Sánchez Ballesta. Está construido
sobre un podio octogonal de hormigón y ladrillos cuyo interior es un
pequeño cuarto almacén para las sillas de la orquesta, su techo es a la
vez la tarima de madera sobre la que actúan los músicos. Ocho columnas
de hierro colado sostienen un tejadillo octogonal apiramidado, rematado
en una falsa linterna. Escalera de acceso de nueve peldaños que
originalmente daba a la calle San Gregorio, aunque en la restauración de
1988 se orientó al interior de la Glorieta.
En el centro de la Plaza Nueva.
Farola de diseño similar a las del Paseo de Gracia de Barcelona, construida en torno a 1928.
Sobre un banco circular de perfiles curvos, realizado en piedra
artificial, a base de fragmentos de mármol, parte una basa decorada con
estrías y hojas de acanto y un fuste troncocónico con el escudo de
Orihuela, todo ello de cemento armado revocado con cemento blanco, el
conjunto se culmina con un armazón y brazos de forja que sostienen
ocho faroles, un globo de cristal remata la obra.
LA VIVIENDA TRADICIONAL Y LOS EDIFICIOS COMPLEMENTARIOS EN LAS PARTIDAS RURALES
En el termino municipal de Orihuela nos encontramos con la existencia
de una gran variedad tipológica de vivienda tradicional, debido a la
gran variedad de ambientes, (urbano, huerta, secano) y a la
disponibilidad de diversos materiales constructivos.
Por otra parte la distribución de la propiedad de la tierra y la
forma de explotación motiva diferencias de tamaño y tipología evidentes
en las construcciones. A grandes rasgos, en lo que a este aspecto se
refiere, podemos distinguir tres tipos: la edificación de gran tamaño,
centro de una gran explotación agrícola, que cuenta con gran cantidad de
almacenes y edificios complementarios (alquería, casa del Campo de
Salinas); la correspondiente a una explotación de tamaño medio; y la
vivienda del arrendatario o jornalero, de menor tamaño y realizada con
medios más modestos (barraca, «casa huertana»).
CUEVAS
Las viviendas en cueva han sido abundantes en
algunos municipios del Bajo Segura como San Miguel de Salinas, Rojales y
Orihuela, lugares en los que han llegado a formar verdaderos barrios.
La distribución interna de las cuevas-vivienda es muy simple, consta de
una primera habitación que hace usualmente de vestíbulo y de cocina, a
partir de la cual se abren otras habitaciones, normalmente dos o tres.
En Orihuela aun se conservan algunos ejemplares en la Dehesa de
Campoamor, en San Antón, donde han sido reutilizadas las bocaminas como
en la “Cueva de Anica la Ciega” y la serie de cuevas-vivienda,
cuevas-refugio o almacén y viviendas semi-excavadas del Campo de La
Murada , como los ejemplares de Los Rubiras.
Mayor tamaño y complejidad presenta la alquería, edificación
concebida como centro de una explotación agrícola de regadío más o
menos extensa, generalmente engloba en un mismo edificio o edificios
anexos una serie de dependencias: vivienda del propietario, almacenes de
aperos y de cosechas, establos, etc.
Buena parte de las alquerías del término municipal de Orihuela tienen
su origen en el siglo XVIII, con la expansión demográfica y agrícola de
esta centuria, aunque sin duda existen otras más antiguas (Casa de
Bonanza) y más modernas; de ahí que exista una gran variedad tipológica.
CASA SAN ISIDRO (El Mudamiento)
FINCA “LOS FRAILES” (El Escorratel)
FINCA LA MALLORQUINA (El Escorratel)
CASA DE BONANZA (Raiguero de Bonanza)
CASA DEL ALTO (Raiguero de Bonanza)
ALQUERÍA LOS MONTES (Camino de Cartagena)
CASA DE LOS FRAILES (Molins)
CASA DE LOS MASERES (Molino de la Ciudad)
FINCA Y ALMACÉN “LA CASETA” (Hurchillo)
En el secano, existen edificaciones conceptualmente similares, centro de grandes explotaciones.
CASA DE LOS ROCA (El Escorratel)
FINCA SAN PASCUAL (Torremendo)
Ya con una cronología de finales del siglo XIX y principios del XX surgieron una serie de fincas de recreo que en ocasionos también cumplen la función de centro de una explotación agrícola caso de:
“VILLA ISABEL” (Ctra. de Bigastro)
“VILLA MARIA LUISA” (Ctra. de Bigastro)
“EL CHALET” (Carretera de Almoradí)
TORRE “LA MURADA”
CASAS HUERTANAS
Bajo el concepto, un tanto impreciso, de «casa huertana» podemos
englobar una serie de viviendas de distinto origen, de ordinario de
pequeño o mediano tamaño. La más primitiva, tipológicamente, de ellas es
la casa de una sola crujía paralela a fachada, que sustituye a la
barraca y de la cual toma la planta y la distribución interna, aunque
lateralizada. Suelen estar construidas de adobes o en mampostería y
cubiertas a una sola vertiente con teja alicantina (en ocasiones con
techo plano tipo terrado). Normalmente son de una sola planta, pero
también las hay de dos, con la planta alta usada como almacén o para
dormitorio.
Más evolucionada es la casa de dos crujías paralelas a fachada, con una o
dos plantas, tejado a dos vertientes, puerta centrada y dos amplias
ventanas laterales enrejadas.
La barraca es la vivienda típica del
arrendatario o jornalero de la huerta, aunque también se usa como
establo o almacén. Era corriente ver las agrupadas de dos en dos o de
tres en tres, cumpliendo las diversas funciones. Sus principales
características son: una planta rectangular; paredes de «testeros» o
adobes; cubierta de albardín o «sisca», a dos aguas y con mucha
pendiente, sostenida por un entramado de vigas de madera que descansa
sobre «pies derechos» o sobre el muro de adobes; distribución interna en
tres espacios «entrá», «cuarto» y «sostre».
En época reciente la mayor parte de estas construcciones han visto
sustituida su cubierta vegetal por otra de teja plana o Uralita. Tampoco
faltan barracas construidas ya directamente con materiales modernos
(ladrillo hueco y teja plana).
Los nuevos materiales hacen que se modifiquen las formas, así por
ejemplo algunos tejados tienen considerablemente menor pendiente, dando
lugar a «casas abarracadas», última etapa evolutiva de la barraca, cuyos ejemplares más característicos se localizan en el Camino de Beniel (Orihuela).
Actualmente apenas si se conservan unos pocos ejemplares.
BARRACA DE PEDRO PAREDES (Vereda Buenavida, Desamparados)
BARRACA (CASA ABARRACADA) DE MANOLO EL BREVERO (Camino de Beniel)
BARRACA DEL TÍO COLÓN (Camino Viejo de Callosa)
BARRACA DE LA TÍA CASILLERA (La Campaneta)
BARRACA DEL TÍO JUAN DE LA CARRETERA (La Campaneta)
BARRACA DEL TÍO RAFAEL DE LA CARRETERA (La Campaneta)
BARRACA DEL JUANETE EN FINCA LA CASETA (Hurchillo)
BARRACA DEL TÍO VICENTE EN FINCA LA CASETA (Hurchillo)
EDIFICIOS COMPLEMENTARIOS
La necesidad de espacio para distintas tareas agrícolas y ganaderas, o
simplemente domésticas, hace que se adosen a la vivienda toda una serie
de edificaciones, con distintas funciones. Entre las más características
de ellas cabe citar:
La cocina, edificio cuadrangular, de
pequeñas dimensiones, con tejado a una vertiente, a veces casi plano
(ejemplar de La Matanza). Contiene comúnmente un hogar con chimenea,
lejas para el ajuar de cocina y en ocasiones también tinajero. Suele
acompañar a las barracas (Barraca de los Fanegas, Barraca del Tío
Punchas, Barraca de la Señora Elvirita, por ejemplo) y a las «casas
huertanas», ya sea exenta o bien adosada a algún muro del patio, corral o
de la misma vivienda.
Otro tanto ocurre con el horno, construcción
típica de la Vega baja y abundante en toda la huerta, Campo de la
Matanza y campo de la Murada. Es de forma más o menos hemisférica o
apuntada y está construido de barro con paja, de adobes o de ladrillos,
sobre un basamento de mampostería. Se ha utilizado, y aún se usa, para
cocer el pan y también para cocinar.
Unas construcciones que no suelen faltar en las viviendas rurales son los gallineros y conejeras, de
mayor o menor tamaño según las necesidades de la casa. Usualmente
presentan varias subdivisiones y están adosados a una pared de la
vivienda u otra dependencia. Suelen tener la base y los laterales de
obra (de ladrillo o mampuestos), marcos y puertas de carpintería y tela
metálica y tejas planas en la cubierta.
Hasta hace poco podía verse en la huerta un tipo de gallineromás
primitivo y frágil, predecesor del actual. Estaba elaborado únicamente
con elementos vegetales: armazón de pequeños troncos o listones, cañas
entrelazadas como elemento de cierre y techado con «sisca» (Casa de los
Aparicios, Camino de Beniel, por ejemplo, desgraciadamente
desaparecido).
Por lo que respecta a los palomares, frecuentemente los encontramos
ocupando una zona de la parte alta de la casa (San Ginés, Dehesa de
Campoamor), también en torre (La Espeñetas) y en ocasiones totalmente
exentos, como es el caso del bello ejemplar de la finca «El Pino» de
Torremendo.
Los establos para los animales de tiro son otros de los
edificios complementarios característicos. Suelen estar situados en una
nave más o menos amplia, cubierta a una sola vertiente, provista de los
característicos comederos adosados a la pared y troneras para la
ventilación. Otra variante de establo más primitiva, ya mencionada, es
el establo en barraca.
GALLINERO DEL ALTO O DE LOS JAIMES (La Matanza)
CORRAL DE LA SIERRA DE ORIHUELA EN FINCA EL RINCÓN
CORRAL DE LA SIERRA DEL PIOJO (Entre Arneva y Torremendo)
ARQUITECTURA E INGENIERÍA DEL AGUA
El agua es en todas las culturas un bien preciado. En el caso de
Orihuela el sistema de riegos de su huerta precisó de la construcción de
presas o azudes para facilitar la toma de las acequias y la aridez del
secano obligó a la construcción de aljibes y balsas para abastecer de
este preciado elemento a la población y al ganado.
Son las presas que facilitan la subida del nivel del agua del río para poder derivarla hacia las acequias, las más importantes se encuentran en el casco urbano de Orihuela.
AZUDES Y TOMAS DE ACEQUIAS DE ORIHUELA
AZUD DE LOS HUERTOS (Molino de la Ciudad)
(Data de finales del siglo XVIII o principios del XIX)
Con modificaciones entre 1992-94 con el encauzamiento del río. Se trata
de una presa con planta en forma de anillo circular. Es de pared
vertical aguas arriba, descendiendo en altura a partir de ese punto, en
dirección aguas abajo. Es una sólida obra de sillería sobre una
cimentación de mortero y grandes piedras. Parece apreciarse una ligera
discontinuidad en la anchura y dirección de las hiladas, fruto quizás de
una restauración. Esta presa es utilizada para la toma de agua de la
Acequia de los Huertos, la cual ha sufrido algunas modificaciones con el
reciente encauzamiento del río, quedando enmascarada la antigua toma.
APARATOS ELEVADORES DE AGUA
Más que obras de arquitectura nos encontramos con verdaderas obras de ingeniería. Se distinguen varios tipos por su forma, tamaño y modo de tracción: norias, movidas por la corriente; cenias, de tracción animal; y bombillos de tracción humana.
NUESTRO
PATRIMONIO HIDRÁULICO
Artículo para la Revista Portada de Emilio Diz Ardid, Arqueólogo Municipal
Artículo para la Revista Portada de Emilio Diz Ardid, Arqueólogo Municipal
En el
término municipal de Orihuela se conserva un rico patrimonio, tanto material
como inmaterial, relacionado con el buen uso del agua, como corresponde a una
zona, como la nuestra, en la que el líquido elemento es un bien escaso.
Patrimonio
material que ha quedado plasmado en multitud de construcciones de distintas
épocas, desde época romana, como las cisternas de Lo Cartagena en Torremendo y
San Ginés en la Dehesa de Campoamor, pasando por la red de riegos de la Huerta
de Orihuela, de origen islámico, al igual que toda una serie aparatos
elevadores de agua, como norias, cenias y bombillos. Red que será ampliada en época feudal, del mismo
modo que se multiplicarán los aljibes en nuestro secano, convirtiéndose en una
de las construcciones más características de nuestra arquitectura popular.
Mención especial, por su monumentalidad merecen los molinos hidráulicos cuyo
número se ha visto mermado irremisiblemente durante el siglo pasado, ya sólo
nos restan dos ejemplares, ambos de propiedad privada, el Molino de la Ciudad y
el Molino de Riquelme, los dos
necesitados de una pronta restauración y reutilización.
Pero
también hay que destacar un importante patrimonio inmaterial, relacionado con
los conocimientos necesarios para levantar estas construcciones, pero
principalmente para gestionar el sistema de riegos, un sistema de riegos, el de
nuestra huerta, singular, basado en una doble red de conducciones: de aguas
vivas (acequias y brazales) y de aguas muertas (azarbetas y azarbes) con la
función de regar los campos y recoger las aguas sobrantes para devolverlas al
río. El reparto del agua se realiza por tandas, cuya distribución está ligada a
la cantidad de la tierra que se posee, al igual que las derramas necesarias
para la monda o para la reparación de los cauces. Como máximo responsable del
sistema el Juez de Aguas, heredero de aquel sobrecequiero, Pedro Zapater, que
nombrara Alfonso X el Sabio, para el buen gobierno de las aguas, “tal como se
hacía en tiempo de moros”.
Entre
este variado patrimonio hidráulico material podríamos destacar, como botón de
muestra, tres significativos ejemplos:
En primer lugar hay que destacar por su importancia los azudes del río a su paso por Orihuela, las denominadas presas de Almoradí y de Callosa, que distribuyen el agua a gran parte de la comarca, la última de ellas ya citada por el geógrafo andalusí al-Udri: “Los habitantes de la ciudad de Orihuela, abren una acequia en este río (el Segura), acequia que arranca de sus tierras hasta llegar al paraje denominado al-Qatrullāt (Catral)”.
Las Norias Gemelas, Moquita y Pando (antes Cobos) que elevaban el agua, antes de ser sustituidas por motores, para posibilitar el riego de más de 2.000 tahúllas de tierra. Su antigüedad se remonta por lo menos al siglo XIV, época para la que contamos con las primeras noticias de la Acequia de Moquita, aunque el azud y la obra actual son del siglo XIX.
En primer lugar hay que destacar por su importancia los azudes del río a su paso por Orihuela, las denominadas presas de Almoradí y de Callosa, que distribuyen el agua a gran parte de la comarca, la última de ellas ya citada por el geógrafo andalusí al-Udri: “Los habitantes de la ciudad de Orihuela, abren una acequia en este río (el Segura), acequia que arranca de sus tierras hasta llegar al paraje denominado al-Qatrullāt (Catral)”.
Las Norias Gemelas, Moquita y Pando (antes Cobos) que elevaban el agua, antes de ser sustituidas por motores, para posibilitar el riego de más de 2.000 tahúllas de tierra. Su antigüedad se remonta por lo menos al siglo XIV, época para la que contamos con las primeras noticias de la Acequia de Moquita, aunque el azud y la obra actual son del siglo XIX.
El Molino de la Ciudad, documentado desde el siglo XVII y que fue también fábrica de electricidad y otra vez molino, junto al cual se conserva uno de los puentes más antiguos de nuestra comarca.
Desgraciadamente
el uso cotidiano que tiene este patrimonio y su sustitución paulatina por
elementos tecnológicamente más eficientes,
ha motivado que se minusvalore, pero la importancia económica de la red
de riego y sus componentes, o la importancia doméstica, de los más humildes
aljibes, no debe hacer que perdamos la perspectiva y obviemos su gran
importancia patrimonial.
Los azudes, antes del encauzamiento del Río Segura.
Noria de Moquita, partida rural de Las Norias.
Aljibe, próximo a La Matanza.
APARATOS ELEVADORES DE AGUA
LAS NORIAS GEMELAS (Partida de las Norias)
(Siglo XVIII)
Azud y obra de sillería, sobre la que descansan dos norias de hierro y madera recientemente restauradas.
Buena obra de sillería de arenisca, con “aros” y cajones de hierro.
Aljibe, próximo a La Matanza.
APARATOS ELEVADORES DE AGUA
Más que obras de arquitectura nos encontramos con verdaderas obras de ingeniería. Se distinguen varios tipos por su forma, tamaño y modo de tracción: norias, movidas por la corriente; cenias, de tracción animal; y bombillos de tracción humana.
LAS NORIAS GEMELAS (Partida de las Norias)
(Siglo XVIII)
Azud y obra de sillería, sobre la que descansan dos norias de hierro y madera recientemente restauradas.
Buena obra de sillería de arenisca, con “aros” y cajones de hierro.
CENIA DE LA FINCA “LA CASETA” (Hurchillo)
(Principios del siglo XX)
Cenia de bombillo o bombillo grande. Pilares que sostienen la sájena
troncopiramidales, obra de mampostería cogida con yeso moreno. Cenial
también de mampostería, pero revocada de cal hidráulica. El carro o
rueda de aire, está formado por dos aros de madera, cada uno de ellos
con una cruz y cuatro refuerzos, están unidos por una serie de varas
verticales o puntos. Rueda de agua formada por dos aros con dos cruces
cada uno, en la cara interna anillo de “puntería” con los puntos que
engranan con los del carro. Tiene 8 cajones de forma trapezoidal. Toma
de agua en la parte exterior de la rueda, y salidas de forma trapezoidal
en las proximidades del eje. Está construida en madera y chapa de cinc,
con eje de hierro.
ALJIBES Y POZOS
Los aljibes, aparecen en buen número de casas del secano, en
algunas de la huerta y a veces de forma aislada en cañadas o veredas. Su
función es la de almacenar agua de lluvia. Generalmente están
construidos de mampostería, impermeabilizada en su cara interna con
mortero de arena y cal hidráulica y constan de varias partes
diferenciadas: “balsetas” para decantar y filtrar el agua; depósito, de
planta rectangular o circular, cubierto con bóveda de medio cañón o
falsa cúpula; brocal, cilíndrico o cuadrangular, generalmente cubierto; y
en ocasiones también abrevadero para el ganado.
Más abundantes en la huerta son los pozos, construcciones muy sencillas, con brocal cilíndrico de poca altura, realizado en mampostería.
DEPÓSITO DEL AGUA Y POZOS DE CREMÓS
(Fines del S.XIX-principios del XX)
Depósito de grandes dimensiones, de planta rectangular, obra mixta de mampostería y ladrillos, con cubierta a dos aguas de teja plana alicantina. Se abastecía de dos pozos y distribuía el agua a gran parte de la ciudad.
ALJIBE DEL SEMINARIO
Situado en las proximidades del Seminario, según José Montesinos fue
construido en 1579, es de planta trapezoidal y esta cubierto por tres
bóvedas de medio cañón paralelas e intercomunicadas por arcos de medio
punto.
ALJIBE DE ADOLFO RIQUELME (Las Siete Casas, La Matanza)
(Finales del siglo XIX o principios del XX)
Aljibe de planta cuadrada, excavado en el terreno, con paredes de
mampostería revocadas internamente con cal hidráulica. Tipológicamente
es un ejemplar singular ya que su cubierta es de teja, a dos aguas, en
lugar de las habituales bóvedas de medio cañón. Las paredes que
sobresalen sobre el terreno son obra de mampostería de piedra caliza
local, cogidas y revocadas en yeso, la cubierta es de teja plana
alicantina. Para la extracción de agua existe una pequeña ventana
rectangular de 69 cm. de anchura. Junto al aljibe “balseta” de
decantación circular, obra de mampostería revocada de cal hidráulica,
desde ella para el agua al aljibe a través de un canalillo de 178 cm. de
longitud y 40 cm de anchura.
ALJIBE DE DON MARIANO SÁEZ (Las Siete Casas, La Matanza)
(Finales del siglo XVIII o siglo XIX)
Aljibe de planta rectangular con cubierta de medio cañón, única parte
que sobresale por encima del suelo además de la “capilla”. Mide 8’35m de
longitud por 3’80m de anchura. Es obra de mampostería de piedra caliza
local cogida con mortero de cal, con revoco externo del mismo material e
interno de cal hidráulica. Capilla descentrada, situada junto a uno de
los extremos, obra también de mampostería, pero cogidas las piedras y
revocada con yeso moreno. Es de planta octogonal, aunque su sección
interna es circular, está rematada en forma de cúpula.
(La Matanza)
(Siglo XIX)
Aljibe de planta rectangular y cubierta en bóveda de medio cañón. Mise
4’40 m de longitud por 3’04 de anchura por 5’50m de profundidad
aproximadamente. Obra de mampostería de piedra caliza local cogida con
mortero de cal y arena, revoco externo del mismo material e interno de
cal hidráulica. “Capilla” o brocal de planta cuadrada al exterior y
circular al interior, de forma prismática rematada en una pequeña
pirámide, con abertura lateral rectangular; es obra de mampostería de
piedra caliza cogida y revocada con yeso moreno, con restauración en
cemento.
ALJIBE DE LA CASA DE LA BALSA (La Matanza)
(Siglo XIX o principios del XX)
Aljibe cilíndrico con cubierta de cúpula peraltada (con flecha mayor a
la semiluz), mide 4’75m de diámetro y en torno a los 6m de altura, de
los cuales solo 4’26m son útiles para el almacenamiento de agua.
Orificio de entrada de agua y aliviadero opuestos diametralmente. Se
trata de una obra de mampostería, de piedra caliza local cogida con
mortero de cal y arena, revoco externo del mismo material (bastante
deteriorado) y revoco interno de cal hidráulica. Brocal de planta
triangular con uno de los ángulos redondeado, rematado con una pequeña
cúpula, obra de mampostería cogida con yeso moreno.
(Siglo XIX)
Aljibe de planta rectangular y cubierta en bóveda de medio cañón. Mide
5’46m de longitud, 3’75m de anchura y unos 5m de profundidad. Es obra de
mampostería de piedra caliza local, cogida con mortero de cal y arena,
con revoco del mismo material en la cara externa y de cal hidráulica en
la interna. “Capilla” o brocal prismático, de planta rectangular. Obra
de mampostería revocada en yeso moreno. Balseta de decantación de planta
circular, excavada en el terreno, con paredes de mampostería revocada
de cal hidráulica. Desde aquí el agua pasa el aljibe a través de un
canalillo de 134cm. De longitud por 32 de anchura interna.
(Siglo XIX)
Aljibe de planta rectangular, cubierto por una bóveda de medio cañón
ligeramente abocinada. Mide 7’85m de longitud por 4’80m de anchura.
Carece de capilla, el agua se extraía por una ventana rectangular
situada en uno de los extremos, hecho posible gracias a que gran parte
de la obra sobresale sobre el nivel del suelo. Es una obra de
mampostería de piedra caliza local cogida con mortero de cal y arena,
revocado interiormente con cal hidráulica. En los años 80 se revocó
exteriormente con cemento y se tapió la ventana de extracción del agua.
Conserva, semienterrada por escombros, una “balseta” de planta cuadrada,
excavada en el terreno, con paredes de mampostería revocadas con cal
hidráulica.
(Siglo XIX)
Conjunto formado por dos aljibes, con una sola balseta de decantación.
Obra de mampostería de piedra caliza local cogida con mortero de cal y
arena, revoca externo del mismo material e interno de cal hidráulica.
Ambos están cubiertos por bóvedas de medio cañón. La capilla o brocal
del aljibe menor es cilíndrica, cubierta en falsa cúpula, y la capilla
del aljibe mayor es de planta hexagonal, forma prismática, cubierta a
dos aguas y abertura lateral rectangular. En ambos casos se trata de
obras de mampostería de caliza local cogida y revocada con yeso moreno.
El aljibe mayor mide 7’75 m. de longitud por 3’90 de anchura, y el
aljibe menor 4’83 por 2’50m.
-Los Molinos son
construcciones destinadas a la molienda del grano, para la fabricación
de harina y también para moler pimentón. Existes dos tipos: el de viento
y el de agua. Del primer tipo se conservan un único ejemplar en todo el
término municipal, en la pedanía de Torremendo:
Se caracterizan por su planta circular, forma de torre y estructura
similar a la de los molinos manchegos. Están fabricados de mampostería
de arenisca, revocada en yeso, y entre sus detalles constructivos cabe
destacar los arcos de descarga de las puertas y de algunas ventanas.
Más abundantes son los Molinos de agua:
MOLINO DE LA CIUDAD, con su puente y azud.
(Siglo XVIII-XX)
Interesante conjunto formado por azud, puente y molino. Este último se
construyó sobre la base de un molino anterior, conserva en perfecto
estado la sala de molienda con seis muelas. El azud para la toma de
aguas del molino es de sección escalonada y mide unos 45 m. de longitud.
Sobre él descansa un puente de sillería de seis ojos, formado por arcos
rebajados, presenta tajamares y espolones de planta triangular.
MOLINO DE RIQUELME, DEL MARQUÉS O DE MARTALO (Barrio de San Pedro)
(Siglo XVIII-XIX)
Molino construido probablemente en el siglo XVIII, prácticamente
reedificado tras las inundaciones de 1879 y 1884, según reza una
inscripción en la fachada. Obra de sillería, mampostería y ladrillo,
contaba con cinco muelas para moler cereales y pimentón.
ALMAZARAS
Las encontramos como edificios complementarios, adosadas o exentas, en las grandes fincas del secano comarcal.
ALMAZARA DE LA APARECIDA
(Siglo XIX)
Está situada a la salida de esta pedanía en dirección Orihuela. Es la
mejor conservada de nuestro término municipal. Sus principales elementos
son:
Los alforines, donde se almacenaba la oliva,
El molino donde se realizaba la molienda de la oliva
La prensa donde se colocaba la pasta resultante de la
molienda en capachos o marguales de esparto, junto a cada prensa existe
un depósito o cosiol, donde se almacena el agua y aceite resultante.
OTRAS CONSTRUCCIONES EN PARTIDAS RURALES
CRUZ DE LA MUELA
José Montesinos atribuye la colocación de la primera cruz en la Muela
a San Vicente Ferrer y de él toman la noticia autores posteriores.
En el siglo XVII se tiene constancia de la existencia de varias
cruces, situadas en distintas elevaciones de la Sierra de Orihuela con
un ritual específico para evitar las tormentas que se dirigían hacia la
huerta, mediante colocación de palma bendita, cera y corporales y
bendición de términos.
A partir de finales del XVII, la única cruz documentada es la de La
Muela, a ella están relacionados el Capellán de la ciudad y
posteriormente los Capuchinos, que serán los encargados de realizar la
bendición de términos.
A lo largo del tiempo se sucedieron varias cruces de madera, que eran
repuestas conforme se deterioraban, con periodos incluso en que no hubo
ninguna cruz.
En 1910 se colocó la primera cruz de hierro, que fue destruida en
1936. En 1939 se instaló una cruz de madera y en 1942 la nueva cruz de
hierro, construida por el herrero Vicente Marín Terrés. Está última cruz
fue serrada en su base por unos desaprensivos durante la noche del 1 al
2 de enero de 1985, colocándose en su lugar, de forma provisional una
cruz de madera, hasta que concluyó su restauración y fue repuesta el 27
de junio del mismo año.
La actual cruz es una construcción de perfiles de acero en forma de
“L” los cuales conforman un pilar de planta rectangular de 81 x 102 cm,
reforzado en sus cuatro caras por piezas dispuestas en forma oblicua. En
la zona alta es cruzado por un travesaño de similares características,
configurando así una cruz latina. Originalmente en la cruz de 1910 y en
la de 1942, las distintas piezas estaban unidas con roblones o
tornillos, aunque en la restauración de 1985 se soldaron, ya que la
deformación producida por su derribo vandálico hizo difícil su
reposición.
La estructura de hierro se sitúa sobre una peana de hormigón armado,
dispuesto sobre la roca, previa regularización del terreno mediante un
murete de mampostería.
Medidas: Altura: 14,80 cm.
Longitud de la cruceta: 8 m aprox.
Peana: 2,42 X 2,11 m y unos 1,27 m. de altura.
Intervenciones recientes: Restaurada en 1985
Significado: En origen cruz de término. Se ha
convertido en la actualidad en un referente paisajístico e incluso
identitario para la ciudad de Orihuela.
MOJONES DEL REINO
(Siglo XVIII)
En la Carretera de Orihuela a Beniel, en la intersección con las Veredas del Rollo y del Reino.
Se trata de dos mojones construidos para amojonar los Reinos de valencia
y Murcia. Son obra de sillería, de caliza en la base y de arenisca en
el remate. Tienen 7,70 m. de altura por 1,90 de base. Constan de tres
cuerpos claramente delimitados: una base escalonada, un cuerpo central
prismático y un remate piramidal. Recientemente ha sido objeto de una
desafortunada restauración en piedra artificial, por parte del
Ayuntamiento de Beniel.
MONUMENTO CONMEMORATIVO DE LA INAUGURACIÓN DE LOS REGADÍOS DE LA FEDERACIÓN (La Murada)
(Año 1920 aproximadamente)
Monumento conmemorativo de la inauguración por Alfonso XIII de los
Riegos de la Federación de Sindicatos Agrícolas Católicos. Consiste en
una columna partida, estriada, con su correspondiente basa, situada
sobre un pequeño podio cuadrado de 1’33 x 1,33 m. Obra de ladrillos
macizos, cogidos con cemento y revocados con cemento blanco. Falta la
inscripción alusiva a la efemérides que debió ser robada.